Salud Mental más allá de las fechas

Porqué el autocuidado debe ser una rutina diaria

BIENESTAR

Psic Ylenia Abril

10/27/20253 min read

unknown person reading book indoors
unknown person reading book indoors

A menudo, el autocuidado se percibe como un lujo o una actividad reservada para momentos de crisis o para las celebraciones efímeras (como un "día de spa" en vacaciones o las promesas de Año Nuevo). Sin embargo, la verdad es que el bienestar mental no se mantiene con eventos esporádicos; es el resultado de pequeñas acciones diarias y consistentes, convertir el autocuidado en una rutina diaria, independientemente de las circunstancias externas, es la inversión más crucial que podemos hacer en nuestra salud a largo plazo.

La falacia del "autocuidado temporal" y el riesgo de la espera

El problema de ligar el autocuidado a fechas específicas (fines de semana, días festivos, vacaciones) es que la vida real es diaria, al postergar el cuidado de nuestra mente y cuerpo, caemos en la "falacia de la espera" donde creemos que solo podremos estar bien después de que pase un evento estresante, o cuando tengamos tiempo libre.

Esta mentalidad es peligrosa porque el estrés y la sobrecarga no esperan, cuando la presión diaria supera la capacidad de nuestro sistema nervioso para recuperarse, entramos en una espiral de agotamiento.

La escalada de la falta de autocuidado:

La ausencia de un autocuidado constante actúa como un catalizador y un amplificador de la vulnerabilidad psicológica:

  1. Drenaje de la reserva emocional: El autocuidado diario recarga la "batería" mental, si esta batería nunca se recarga (dormir poco, comer mal, no tener pausas), la tolerancia al estrés disminuye drásticamente, pequeños inconvenientes se sienten como grandes catástrofes.

  2. Activación crónica del sistema nervioso: La falta de rituales de relajación mantiene el cuerpo en un estado de alerta constante (modo de lucha o huida), esto contribuye directamente a síntomas físicos y cognitivos como:

    • Problemas para dormir (insomnio).

    • Dolores de cabeza o musculares (somatización).

    • Dificultad para concentrarse ("niebla mental").

  3. Magnificación y contribución a trastornos: La tensión crónica y la baja reserva emocional no solo magnifican los síntomas preexistentes (como la irritabilidad en la depresión o la preocupación en la ansiedad), sino que pueden llegar a provocar o desencadenar episodios de trastornos, un cuerpo y una mente crónicamente agotados son mucho más susceptibles a que la ansiedad generalizada o el trastorno depresivo se manifiesten o se intensifiquen.

white teacup filled with coffee
white teacup filled with coffee

Beneficios del autocuidado diario: una medicina preventiva

El autocuidado diario no es egoísmo; es gestión emocional y prevención de riesgos, es la práctica de validar y satisfacer tus necesidades básicas antes de que se conviertan en gritos de auxilio:

  • Pausa de 5 minutos para la regulación emocional: Detiene la respuesta de estrés antes de que se dispare, previniendo el desborde emocional.

  • Sueño consciente para la estabilidad del ánimo: Ayuda a consolidar la memoria y a procesar las emociones, esencial para la regulación del humor y la prevención de la depresión.

  • Movimiento consciente para la reducción de la ansiedad: Libera endorfinas y reduce el cortisol (la hormona del estrés), actuando como un ansiolítico natural.

  • Límites claros (decir No) para el refuerzo de la autoestima: honrar tus necesidades te hace sentir respetado por ti mismo, cobatiendo la sensación de invisibilidad y sobrecarga.

  • Mindfulness/respiración para el aumento de la consciencia: te ancla en el presente, reduciendo la rumiación mental sobre el pasado o el futuro, típica de la ansiedad.

El autocuidado diario crea un colchón de resiliencia. Cuando llega una crisis externa (una pérdida de trabajo, una enfermedad, un conflicto), no te agarra con la batería en cero. Estás mejor equipado para procesar el evento sin que desborde tu capacidad mental.

Cómo implementar el autocuidado como rutina

La clave está en la micro-rutina: pequeñas acciones que no requieren grandes cambios de vida.

  1. Identifica tu "Mínimo Vital": ¿Qué es lo mínimo que necesitas para sentirte bien hoy? (Ej: 10 minutos sin teléfono, 1 vaso de agua en ayunas, 5 respiraciones profundas). Haz estas tres cosas sin falta.

  2. Ancla el hábito: Asocia el autocuidado a una actividad que ya haces. (Ej: Después de cepillarte los dientes, haz 3 minutos de estiramiento).

  3. Prioriza el descanso: No negocies tus horas de sueño. Un cerebro descansado es la base de todo el bienestar.

  4. Autocompasión: Si fallas un día, no te castigues. Simplemente retoma la rutina al día siguiente. La perfección no es el objetivo; la constancia amable sí lo es.

El autocuidado no es un destino de vacaciones; es la casa donde vives. Cuidarla día a día garantiza que tengas un refugio seguro y fuerte, listo para enfrentar cualquier tormenta.

Mtra Psic Ylenia Abril - Tu espacio mental